jueves, 2 de agosto de 2012

Tulku Lama Lobsang: “Cuando alguien ríe, nos abre su corazón”

 
 
 
 
Médico tibetano.Viaja por todo el mundo impartiendo sus enseñanzas de medicina,psicología y astrología, y curando con las manos y la mirada.
 
--Cuando un paciente viene a su consulta, ¿cómo descubre cuál es su enfermedad?
--Mirando cómo se mueve, su postura, la forma de mirar. No hace falta que me hable ni me explique qué le pasa. Un doctor de medicina tibetana experimentado, solo con que el paciente se le acerque a unos 10 metros, puede saber qué dolencia sufre.

--Pero también escucha los pulsos.
--Así obtengo la información que necesito de la salud del enfermo. Con la lectura del ritmo de los pulsos se pueden diagnosticar un 95% de las enfermedades, incluso psicológicas. La información que dan es rigurosa como la de un ordenador. Pero leerlos requiere mucha experiencia.

--Y después, ¿cómo cura?
--Con las manos, la mirada, y preparados de plantas y minerales.

--Según la medicina tibetana, ¿cuál es el origen de las enfermedades?
--Nuestra ignorancia.

--Pues perdone la mía, pero, ¿qué entiende usted por ignorancia?
--No saber que no sabes. No ver con claridad. Cuando ves con claridad, no tienes que pensar. Cuando no ves claramente, pones en marcha el pensamiento. Y cuanto más pensamos, más ignorantes somos y más confusión creamos.

--¿Cómo puedo serlo menos?
--Le daré un método muy simple: practicando la compasión. Es la manera más fácil de reducir tus pensamientos. Y el amor. Si quieres a una persona de verdad, es decir, si no la quieres solo para ti, aumenta tu compasión.

--¿Qué problemas ve en Occidente?
--El miedo. El miedo es el asesino del corazón humano.

--¿Por qué?
--Porque con miedo es imposible ser feliz, y hacer felices a los otros.

--¿Cómo afrontar el miedo?
--Con aceptación. El miedo es resistencia a lo desconocido.

--Y como médico, ¿en qué parte del cuerpo ve más problemas?
--En la columna, en la parte baja de la columna: os sentáis demasiado tiempo en la misma postura. Vitalmente, tenéis demasiada rigidez.

--Tenemos muchos problemas.
--Creemos que tenemos muchos problemas, pero en realidad nuestro problema es que no los tenemos.

--¿Qué quiere decir?
--Que nos hemos acostumbrado a un nivel de necesidades básicas cubiertas, de modo que cualquier pequeña contrariedad nos parece un problema. Entonces, activamos la mente y empezamos a darle vueltas y más vueltas sin solucionarlo.

--¿Alguna recomendación?
--Si el problema tiene solución, ya no es un problema. Si no, tampoco.

--¿Y para el estrés?
--Para evitarlo, lo mejor es estar loco.

--¿...?
--Es una broma. No, no tan broma. Me refiero a ser o parecer normal por fuera, y por dentro estar loco: es la mejor manera de vivir.

--¿Qué relación tiene usted con su mente?
--Soy una persona normal, o sea que a menudo pienso. Pero tengo entrenada la mente. Eso quiere decir que no sigo a mis pensamientos. Ellos vienen, pero no afectan ni a mi mente ni a mi corazón.

--Usted se ríe a menudo.
--Cuando alguien ríe, nos abre su corazón. Si no abres tu corazón, es imposible tener sentido del humor. Cuando reímos, todo es claro. Es el lenguaje más poderoso: nos conecta a unos con otros directamente.

--También acaba de editar un CD de Mantras con una base electrónica, para el público occidental.
--La música, los Mantras y la energía del cuerpo son lo mismo. Como la risa, la música es un gran canal para conectar con el otro. A través de ella, podemos abrirnos y transformarnos: así la usamos en nuestra tradición.

--¿Qué le gustaría ser de mayor?
--Me gustaría estar preparado para la muerte.

--¿Y nada más?
--El resto no importa. La muerte es lo más importante de la vida. Creo que ya estoy preparado. Pero antes de la muerte, debemos ocuparnos de la vida. Cada momento es único. Si damos sentido a nuestra vida, llegaremos a la muerte con paz interior.

--Aquí vivimos de espaldas a la muerte.
--Mantenéis la muerte en secreto. Hasta que llegará un día de vuestra vida en que ya no será un secreto: no os podréis esconder.

--Y la vida, ¿qué sentido tiene?
--La vida tiene sentido, y no. Depende de quién seas. Si realmente vives tu vida, entonces la vida tiene sentido. Todos tenemos vida, pero no todo el mundo la vive. Todos tenemos derecho a ser felices, pero tenemos que ejercer ese derecho. Si no, la vida no tiene sentido.
 

jueves, 2 de febrero de 2012

MARIO ALONSO PUIG: LO QUE EL CORAZON QUIERE, LA MENTE SE LO MUESTRA ( Por Ima Sanchís)

según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. Científicos de Harvard han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%.

“un minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas”




ENTRENAR
Hasta ahora lo decían los iluminados, los meditadores y los sabios; ahora también lo dice la ciencia: son nuestros pensamientos los que en gran medida han creado y crean continuamente nuestro mundo.
“Hoy sabemos que la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro. La zona prefrontal del cerebro, el lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional. Por eso, lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando”. Hay que entrenar esa mente.

MARIO ALONSO PUIG :Tengo 48 años. Nací y vivo en Madrid. Estoy casado y tengo tres niños. Soy cirujano general y del aparato digestivo en el Hospital de Madrid. Hay que ejercitar y desarrollar la flexibilidad y la tolerancia. Se puede ser muy firme con las conductas y amable con las personas. Soy católico. Acabo de publicar Madera líder (Empresa Activa)
-Más de 25 años ejerciendo de cirujano. ¿Conclusión?
-Puedo atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su trayectoria.
-¿Psiconeuroinmunobiología?
-Sí, es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos.
-¿De qué se trata?
-Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El distrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal.
-¿Qué tipo de cambios?
-Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas.
-¿Tenemos recursos para combatir al enemigo interior, o eso es cosa de sabios?
-Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a larespiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios.
-¿Cambiar la mente a través del cuerpo?
-Sí. Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente, no más razonable, llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental.
-¿Dice que no hay que ser razonable? 
-Siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra línea. Son más importantes el qué y el porqué que el cómo. Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando.
-Exagera.
-Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretación de la realidad.
-Más recursos…
-La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con transtornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades.
-¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras?
-Santiago Ramon y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metáforica. Ahora sabemos que es literal: “Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro”.
-¿Seguro que no exagera?
-No. Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos.
-¿Hablamos de filosofía o de ciencia?
-Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harward han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%.
-¿Cuál es el efecto de las palabras no dichas?
-Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: la percepción va más allá de la razón. Según estudios de Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia.
-¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?
-El miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona.
-La mayor parte de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente.
-Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando. Pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad
primero ha de haber preparación, sino sólo hay automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el entrenamiento de la mente.
-Deme alguna pista.
-Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos “voy a hacer esto” y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial es la conciencia.
-Ver lo que hay y aceptarlo. 
-Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se resiste persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación.
Entrevista aparecida en La Vanguardia Digital, de España. 
Colaboración de Johnny Rosales

Adolf Tobeña, neurocientífico y psiquiatraVictor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet "Si quieres llegar a viejo, vive como una monja"


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Adolf Tobeña, neurocientífico y psiquiatra

Victor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet

"Si quieres llegar a viejo, vive como una monja"

02/02/2012 - 00:00
Foto: Llibert Teixidó
Pedret de Susano
Es un científico, y por eso no incluye el tabaco entre los enemigos del cerebro: el laboratorio lo señala como estimulante neuronal. Otra cosa es que te mate... por muy lúcido que tengas el coco. Tobeña publica en Mentes lúcidas y longevas (El Espejo y la Lámpara) todo lo que sabe sobre esto, con una dedicatoria deliciosa: "Para mi padre, Pedret de Susano, de Camporrells, que en el pórtico de sus 88 años todavía gana partidas a las cartas en su club de jubilados, corrige detalles y fechas con exactitud, se zampa novelones y ensayos históricos con fruición, convive a gusto en nuevos entornos familiares y se orienta mejor que sus hijos en el monte o al buscar setas en los bosques del Solsonès".
Ver la tele... ¿es bueno para el cerebro?
Seguir cada día un culebrón de la tele ¡es un gran masaje para las neuronas!

¡Menuda revelación!
Recordar la personalidad de cada personaje, y cómo se relaciona con los demás, y qué tramas quedaron pendientes del capítulo anterior... es un tonificante ejercicio cerebral.

Contra el alzheimer, ¿culebrones?
Y hacer crucigramas, jugar a cartas o dominó con amigos, estudiar idiomas, tocar un instrumento musical, leer diarios o libros...

Mi padre memoriza teléfonos...
¡Excelente! Cualquier desafío que te plantees a ti mismo te estimulará el cerebro.

¿Qué más puedo hacer para mantenerme lúcido más años?
Voy a darte una mala noticia y una buena.

La mala, va.
La durabilidad de tu cerebro depende en un 70% de tus genes: sólo el 30% restante es influido desde el ambiente. ¡No tienes gran margen de actuación, pues!

Ahora la buena noticia, por favor.
Hay hábitos dañinos para la longevidad y lucidez de tu cerebro: depende de ti evitarlos.

¿Y lo primero que no hay que hacer?
No robes horas al sueño.

Mal voy, pues.
¡El sueño es un invento del cerebro! Es el único órgano que necesita dormir. Todos los órganos trabajan siempre, pero el cerebro suspende la conciencia, desconecta circuitos cada día para sobrevivir. ¡Dormir bien mantiene en forma al cerebro!

¿Y lo segundo que ahorrarle a mi coco?
No lo intoxiques.

¿Qué tóxicos debería evitar?
Evita tóxicos químicos (alcohol, drogas adictivas como cocaína, heroína, marihuana, anfetamina...) y no químicos (ruidos excesivos, visiones trepidantes...).

¿Algo más que evitar?
Comer demasiado: la sobrecarga alimentaria perjudica la presión arterial, lo que daña al cerebro. Así que... ¡come poquito!

¿Algún consejo dietético?
Nada de dietas, salvo una: come variado, alimentos estacionales y de proximidad y cocinados al modo tradicional de tu lugar.

¿Se ha fijado en que las monjas de clausura suelen ser longevas?
¡Porque se desgastan poco! Se protegen del sol y del frío, cultivan sus alimentos en su huerto y comen austeramente. ¿Quieres llegar a viejo? Vive como una monja.

Poca diversión...
Es cierto que aprender cosas y relacionarse con entornos sociales nuevos tonifica mucho la mente. ¡Una frecuentación social amable ayuda a revitalizar el cerebro!

Y a mayor instrucción intelectual, ¿cerebro mejor protegido?
Es así para los primeros estadios del alzheimer: avanza más lentamente. Pero alcanzado un cierto punto..., ¡la degradación se precipita más rápido, en cascada!

¿A qué edad está mejor el cerebro?
A tus 30 años disfrutaste de tu óptima velocidad y potencia intelectual. Desde los 45 años decrece la velocidad punta...

¿Hay fármacos que insuflen lucidez?
El café. Es la sustancia más consumida del mundo: si desapareciese, se colapsaría este mundo tal como lo conocemos. ¡Funcionamos con café más que con petróleo!

¿Y el té?
Su efecto es similar, como el de otras sustancias usadas desde el paleolítico para desvelar el cerebro embotado: ¡inapreciable contribución a los rendimientos cognitivos!

¿Habrá fármacos que me blinden?
Habrá fármacos reparadores. Hay un antibiótico, la rapamicina, con efectos antisenescentes en experimentos con ratones...

Prometedor.
Deriva de una bacteria aislada en muestras del subsuelo de la isla de Pascua: podría aumentar la longevidad y lucidez cerebrales.

¿Practicar deporte espabila la mente?
Lo hace mantener un ejercicio regular a medida que cumples años. Y te irá bien toda actividad motora que te procure algún deleite, aunque sea la de bailar para seducir.

El amor, el sexo... ¿suman o restan?
Todo lo que sea invertir en el entusiasmo neural que supere la apatía... ¡ayuda al cerebro a mantenerse lozano y despierto!

¿Tener una visión positiva de las cosas me hará más lucido y longevo?
Lo hace evitar la abulia, la desgana y el abandono. Y personas fiables y diligentes duran más que personas arriesgadas e indolentes.

¿Y ser de derechas o de izquierdas?
En ambos extremos del espectro ideológico hay longevos lúcidos.

¿Y los casados más que los solteros?
El hombre maduro que se queda solo es poco viable. La mujer viuda ¡es viabilísima!

¿Qué edad máxima podría yo alcanzar?
La occitana Jeanne Calment murió en 1997 con 122 años... El menorquín Joan Riudavets murió en el 2004 con 114 años.

Me quedan 63 años... ¿en qué estado?
No hay respuesta sencilla: el envejecimiento pasa por mecanismos complejos. De entrada, procura que tu chasis te resista...

Lo que no es garantía para mi cerebro.
Cierto: es requisito indispensable, pero insuficiente. Puedes llegar a muy viejo con un cuerpo fuerte (eso depende en un 35% de tus genes y en un 65% de tus cuidados) y un cerebro inservible, o viceversa.

¿Un último consejo?
Cuando te jubiles, repasa esas actividades que has ido dejando pendientes... ¡y ponte!
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